Floreceré en tu recuerdo

Reflexión Autorretrato, 1985 - LUCIAN FREUD

Cuando de mis labios
brote una selva de rojas buganvillas
y se deshojen sobre tu turgente cuerpo.
Cuando de tus ojos se descuelguen verdes

enredaderas que abracen este mustio cuerpo.
Cuando mis besos se derritan

en la fragua de tus ardientes besos.
Cuando tu júbilo germine airoso
entre mis estériles lamento.,
Cuando tu luz abrigue de estrellas
la sangre de mis arterias.
Cuando tus palabras mueran

para siempre entre mis silencios.
Cuando tu nombre vuele por el aire
en las alas de cualquier ave.
Cuando tus manos sean reposo de mi memoria
y en mi cerebro nazcan los girasoles del mediodía.
Cuando mi inviernos se torne primavera
floreceré en tu recuerdo.

Tú siempre de noche

Ophelia, 1851/1852 - JOHN EVERETT MILLAIS

Tú, como papel poético
oculto en el infinito 
silencio de las estrellas.
Tú, como el carmín
de los labios de la mar
en las noches de luna llena.
Tú, como grácil silueta
siempre envuelta en secretos
de flores de cristal.
Tú, como una amapola
de fuego ardiente
anclada en la ausencia.
Tú, como las sombras 
de las salinas donde vislumbro 
el devenir de mi existencia.

Tú, siempre de noche.

En ti

Vox Angelica, 1945 - MAX ERNST

En ti he forjado mis sueños
a pesar del lastre de la ausencia.
En ti acaricio cada nuevo día
la senda de mi regreso.
En ti enhebro cada hora de soledad
en mi viejo reloj de fuego.
En ti me duele la piel
raída por el tiempo.
Sólo en ti nacen mis alas
para remontar de nuevo el vuelo.
Sólo en ti he forjado mis sueños
para arrancar las espinas del olvido

Nosotros

El Véspero,(Poema de la Tierra). 1934/1938 - NÉSTOR MARTÍN FERNÁNDEZ DE LA TORRE

Antes que la existencia
 se resquebraje en la eternidad 
de este cambalache
y no seamos más que un nombre
y un desarraigado recuerdo,
antes que el sol se deshaga
detrás de la vidriera
en grises cenizas
tenemos que ser nosotros.

Quisiera que este amor
no hablara nunca
porque las palabras
morirán algún día.
Y si este amor
tuviese que morir,
quisiera que el adiós
fuese una tan larga despedida
que el beso,
cansado de ser beso,

se fundiese en la brisa.

La sangre

Soo, 1965 – CÉSAR MANRIQUE

La sangre vuela
entre mis dedos agrietados.
La sangre llora
en las lágrimas de mi voz.

Quiero llorar
y que mi sangre
sea mar que muere
en el rompeolas de tu alma.

Eres

Nocturno I - El faro, 1986 - JUAN HERNÁNDEZ

Eres faro en mi noche.
Eres luz en mi día.
Eres lluvia en mi sequía.
En mi soledad eres mi compañía.
Eres el color de mi blanco y negro.
Eres la palabra en mi silencio.
Eres el aliento en mi hastío.
Eres la mar de mi río.
Eres lirio en mi desierto.
En mis lágrimas eres mi sosiego.
Eres vida en mi muerte.
Eres el amor en mi miedo.

Amor envenenado

Los amantes, 1928 – RENÉ MAGRITTE

El amor desfiló a nuestro costado
y al separarse abrasó y desgarró nuestros labios.

Los dejó entreabiertos, con una sonrisa leve
descolgándose hasta nuestros manos.
Nos abandonamos, y nuestros cuerpos
recordaban a pétreas lágrimas
de polvo seco y descuidado.

Cada tarde,
cuando los orfeones del viento
cantaban la muerte del sol,
nuestros ojos se quebraban
como una ola contra el acantilado.

La noche nos disponía un amargo despertar,
y entre susurros y miradas 
nos propusimos otro brindis.

Enarbolamos las copas entre nuestros dedos
y sorbo a sorbo saboreamos aquel licor

hasta la agonía.

Escuchamos un grito estremecedor
inundando nuestros anhelos.
Nos habíamos prometido amarnos para siempre
y aquella copa, con su último sorbo,
nos envenenaba con una sutil y agria despedida.