Anhelante deseaba la mañana, 2006 - SEMA CASTRO
Se debaten las luces
entre las etéreas sombras,
como si los ojos de la noche
se vaciaran en la piel de la mañana,
manando recuerdos y aromas
de una carne siempre virgen.
Es el ocaso sobre la mar,
y este horizonte invisible
que se divisa fracturado
entre los bosques de la mirada,
los que hacen que en los diques de la razón
estallen olas de sombras y desesperanza.