Tierra, 1999 – MUÑOZCOLOMA
La estrella de todos los tiempos quiebra las verdades,
hundiendo el polvo y la nieve volcánica
en las raíces desoladas del metal,
brotando en los capilares de las vísceras de barro,
como un seísmo germinado en el parto de los arcanos,
vomitando materiales sólidos para correr
por las colinas de la frontera de la piel,
nutriendo la memoria con semillas y burbujas
de rosas de espinas, que como un náufrago
navegan asidas al nervio de una huella de arcilla.
La estrella de todos los tiempos quiebra las verdades,
hundiendo el polvo y la nieve volcánica
en las raíces desoladas del metal,
brotando en los capilares de las vísceras de barro,
como un seísmo germinado en el parto de los arcanos,
vomitando materiales sólidos para correr
por las colinas de la frontera de la piel,
nutriendo la memoria con semillas y burbujas
de rosas de espinas, que como un náufrago
navegan asidas al nervio de una huella de arcilla.