Podrá enmudecer el eco,
apagarse la luz de las estrellas,
eclipsarse para siempre la luna
y no volver jamás a salir el sol.
Podrá ver mi retina la infinita oscuridad,
confundir la noche con la luz del día.
Podrá mi amor convertirse en desamor,
transformarse el sueño en eterna vigilia.
Podrá morir mi voz y cada poro de mi cuerpo,
pero siempre me quedará tu ausencia y tu silencio.