Mélancolie hermétique,1918 – GIORGIO DE CHIRICO
Es tan grande el erial
de la razón y del cuerpo,
que no hallo más huella
que no hallo más huella
que estas horas muertas
a modo de réquiem eterno
a modo de réquiem eterno
en el trino de cualquier ruiseñor.
Tal vez se encuentre en la duda
que me taladra el cerebro
Tal vez se encuentre en la duda
que me taladra el cerebro
en busca de sutiles respuestas,
cuando todo en mi interior
cuando todo en mi interior
es un colosal cementerio
donde solo florece el olvido
donde solo florece el olvido
de mis propios sueños.
Quizás se encuentre aquí,
Quizás se encuentre aquí,
debajo de la epidermis,
en este campo de amapolas
en este campo de amapolas
y espigas bañadas de sangre.
Siempre me sentí Hamlet,
Siempre me sentí Hamlet,
al inmolarme una y otra vez
en la pira de la eterna duda,
abierta en la matriz del alba.
Siempre me sentí Hamlet,
abierta en la matriz del alba.
Siempre me sentí Hamlet,
más allá de mi propio silencio,
más allá de este ser o no ser
que se me clava en el costado,
y a medida que me adentro
en el profundo túnel de la noche
supura la soledad del alma.