Desesperante es
esta eterna espera,
desesperante es
desesperante es
esperar la eternidad,
cuando sabemos
que ésta se no escapa
entre nuestros dedos.
Desesperante espera,
Desesperante espera,
y, mientras espero, desespero,
y desearía esperar,
y desearía esperar,
como Santa Teresa,
viviendo sin vivir en mi
y tan alta vida espero
que muero porque no muero.
Aunque es desesperante,
Aunque es desesperante,
como el ser y la nada,
como la espesa nausea,
lo único cierto es
que siempre entra luz
por una rendija
de nuestra alma.