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El beso, 1974 – MONTSERRAT GUDIOL
A My…
porque los besos,
igual que los sueños,
sí tienen alas para volar
¿Cuánta distancia hay
entre un beso y otro beso?
¿Acaso sea un segundo,
un preciso instante,
para saciar de luces
las sombras de la soledad?
¿Acaso sea un abrir y cerrar de ojos
para comprender de una vez
que la fugacidad de la vida
se nos muere en cada luna?
¿Cuánta distancia hay
entre un beso y otro beso?
¿Será el paso entre el ocaso
y el resplandeciente orto,
o será siempre el alba
con la piel calada de sueños?
¿Será el pensamiento
entre un verso y otro verso,
o será el sentimiento del poema entero,
o quizás sea la misma poesía?
¿Cuánta distancia hay
entre un beso y otro beso?
No sé medir lo inmedible,
sólo sé que es infinito,
sin distancia, sin espacio,
sin tiempo, sin vida…
entre un beso y otro beso.