Dalí de espaldas pintando a Gala
de espaldas eternizada por seis córneas virtuales
provisionalmente reflejadas en seis verdaderos espejos,
1972 / 73 - SALVADOR DALÍ
Tu cuerpo respiraba en mi aliento
y te llevaba sostenida entre mis manos
como un barco a su puerto.
Te veía sobre la arena de la playa
en el más completo de los silencios,
como si no hubiera más palabras
y ya no existiese el tiempo.
Entre sueños,
te divisaba pura y transparente
como fértil lluvia mansa
que lentamente cayera por tus senos.
Mis ojos se volvían campos de escarchas
que se fraguaban en tus labios,
y en tu vientre todavía florecían los cerezos.
Ahora que esta orilla
no separará jamás nuestro océano
y tu cuerpo es ya mi propio cuerpo,
ahora que estás entre mis brazos
y asida con fuerza a mis sueños,
es cuando consigo dejarte libre
porque siempre te llevaré dentro.