Armonía en azul, 1906 - LUCIEN LÉVY DHURMER
Al amigo y Maestro Roberto Esmoris Lara
Llueve en este marzo recién nacido primavera,
y los campos tiñen la tierra con el verde de la hierba.
Acecha la melancolía detrás de los cristales
y el silencio golpea cada gota de sangre
que corre por mis venas.
Llueve y los recuerdos,
que aún no han emergido del lejano olvido
solo son una estela en la memoria.
Arde la primavera en medio del aguacero
en las noches negras de girasoles en la nieve.
Llueve afuera
y mi cuerpo se incendia,
y mi cuerpo se incendia,
llueve adentro
sin más agua que mi sed
y mi alma se quema.
Y yo pensé en ella…
¡Qué suerte es pensarla!
La vida, inexorablemente,
no tiene otro sentido,
haya sol o llueva