Autorretrato, 1948 – OSKAR KOKOSCHKA
Miro tras los cristales
y ya no veo nada,
mis ojos están ciegos
en esta sombría mañana
que presagia otra tormenta.
Demasiado lejos quedan ya
los plácidos días de verano
donde todo era calma.
Sé que afuera continúa la vida
y que la luz del sol,
a pesar de las nubes grises,
continúa llenando de color
los bosques en el otoño
y los jardines en la primavera.
Aquí adentro siento el vacío
como me va calando el cuerpo
y se enreda en el vientre,
atenazando todos los silencios
y también todos los ecos
en los que descansa mi existencia.