Mujer, 1941 - ÓSCAR
DOMÍNGUEZ
No eres de aire,
tampoco ausencia.
Tú eres la herida,
el eco perenne
de mi silencio.
No serás ceniza.
Nunca serás olvido.
Serás
el verbo
que
prende la luz
de
mi silencio.
Serás
el útero
donde
germinará
mi
último verso.