“Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra. Soy eco, olvido, nada.”


JORGE LUIS BORGES

viernes, 23 de mayo de 2008

Aire

Aire, 1999 - MUÑOZCOLOMA

Las mariposas de la noche

vuelan siempre en el alféizar del olvido

y se estremecen con el eco del viento,

que rige el destino de las sílfides

al llegar el equinoccio de primavera.

Aquí donde crecen las acacias

y los olmos dan sombra a los sueños 

en un ritual de silencios y palabras, 

donde se guarda el hechizo de las hadas

bajo un cielo azul estrellado,

donde planea libre el éter del aliento 

entre un océano de campanas de cristal.

Las mariposas regresan siempre al alba

sobre las finas aristas de un tornado,

que con sigilo transforma en huracán

el horizonte perdido de la memoria.