![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmmV_Yo3WCZFzURkg8vnuSUtfsqXWeb1EpTG9Iro1Qb5bOSSQpW0BHskOe0s3glIzv8E5PUUwr6y5W4mtIk6zxzBs-AQfrjvzTj0vLe41iLttXNH7_tph8Q-OXvzBBAFx7GRGFc4uCAuey/s400/Stopped+moment%252C+2008+-+VLADIMIR+KUSH.jpg)
Stopped moment, 2008 - VLADIMIR KUSH
Casi siempre la vida
es como un tortuoso péndulo
que va y viene sin parar.
Nos empuja a las sombras,
al vértigo y al abismo,
a la inhumana soledad.
Nos inunda el alma de silencios
y no encontramos ya ni un verso,
ni una simple palabra,
para seguir usando el lenguaje.
Ni tan siquiera nos atrevemos
a pronunciar un te quiero
que aflore en nuestros labios
para precipitarse sobre el cuerpo
del otro ser amado.
Casi siempre la vida
es como el aguacero
y la tormenta de una noche de verano.
Apaga las luces de la razón
y nos hunde en la oscuridad
de las olas, en mitad del océano,
para luchar a solas con la verdad.