El ojo de la noche, 2000 – JOSÉ VIERA
Me hundo cada noche en la oscuridad
y de ella florezco cada nuevo amanecer,
como el pabilo de un cirio pascual lleno de luz
que me renueva cada día la memoria.
Entre las manos se me escapa la vida
casi sin darme cuenta
y por mis venas fluye sangre,
que me abrasa cada nueva jornada
en forma de poema.
y por mis venas fluye sangre,
que me abrasa cada nueva jornada
en forma de poema.
Sólo con la luz del alba
la mirada cobra vida entre tanto silencio,
tanta palabra, tanta sombra,
la mirada cobra vida entre tanto silencio,
tanta palabra, tanta sombra,
y un nuevo futuro de arcilla
vuelve a nacer en mis manos.
vuelve a nacer en mis manos.