El caballero errante, 1915 - OSKAR KOKOSCHKA
Paseo solo.
Las ventanas están cerradas,
los balcones solitarios.
Vago por calles y plazas,
y cada calle y cada plaza no es más
que un suspiro del ayer.
La ciudad está dormida,
las puertas parecen muertas,
el estridente ruido
silenciosamente cansado.
La luna, ya enferma,
se clava en mi mirada
y yo continúo solo
con mis recuerdos.
Paseo solo.
Las ventanas están cerradas,
los balcones solitarios.
Vago por calles y plazas,
y cada calle y cada plaza no es más
que un suspiro del ayer.
La ciudad está dormida,
las puertas parecen muertas,
el estridente ruido
silenciosamente cansado.
La luna, ya enferma,
se clava en mi mirada
y yo continúo solo
con mis recuerdos.