El acontecer de todos los días, 1981 - CARLOS GORRIARENA
“Y el silencio reinó en la Casa del Juicio”
ÓSCAR WILDE
Sólo se escucha el silencio.
El eco de los automóviles ya ha cesado.
No se oyen los pájaros en las ramas
de los árboles desnudos del jardín,
las campanas han quedado mudas
y el viento ha dejado de soplar.
Sólo se escucha el silencio,
sordo e implacable, profundo y cruel,
golpeando con fuerte ímpetu
los laberintos del alma
y cuajando la sangre,
como si ya estuviera muerto.
Sólo escucho el silencio.
Lo demás es sólo ruido.