Aparición de la cara de Afrodita, 1981 - SALVADOR DALÍ
Seré rosa solitaria,
abandonada a su propia suerte
en la penumbra del amanecer.
Sembraré en cada surco del aire
Sembraré en cada surco del aire
la carne de la medianoche,
y en el silencio de los labios
esperaré a que brote la primavera
en el verde útero de tu piel.