Cavidad orbitaria, 2004 - JUAN GENOVÉS
Entraste en mi vientre,
como llega la luz,
lentamente, en el amanecer
de mis inquietantes madrugadas.
Y aquella luz alumbró la fragua,
donde cada noche cincelo las palabras
que pienso y escribo con el alba.
Entraste en mi vientre,
como una ráfaga
de símbolos y vientos,
como nacientes de sílabas
en una horquilla de nácar,
como una sonata de letras
que tiembla en mi garganta.
Entraste en mi vientre,
como llega la luz,
lentamente, en el amanecer
de mis inquietantes madrugadas.
Y aquella luz alumbró la fragua,
donde cada noche cincelo las palabras
que pienso y escribo con el alba.
Entraste en mi vientre,
como una ráfaga
de símbolos y vientos,
como nacientes de sílabas
en una horquilla de nácar,
como una sonata de letras
que tiembla en mi garganta.