Camino a Berlín, 2008 - JUAN MANUEL MORENO
La mañana era gris,
demasiado fría para un doce de febrero,
mientras escuchaba a la Callas
en la Casta Diva de Bellini.
Miré a la derecha en el cruce
y allí estabas tú sentada tras los cristales.
A veces, las rotondas
nos deparan encuentros fortuitos
y por un instante borran la monotonía
que nos deparará el día,
una vez que nos entregamos
a la cotidiana vorágine del trabajo.
La mañana era gris y demasiado fría,
pero en aquella esquina, a las siete y cincuenta,
la trinidad se hizo una,
y aunque hubiera sido un espejismo
la rotonda habría sido perfecta
con la Norma de Bellini.