Dos girasoles cortados, 1887 - VINCENT VAN GOGH
Quiero contemplarte en silencio,
sin palabras ni aderezos
que vistan tu piel,
sentirte cerca y lejos,
sin distancia,
oler tu perfume
impregnado en mi sien,
soñarte en la noche,
vivirte en cada amanecer
y cuando llegue la tarde
recorrerte entera,
deshojando girasoles,
con la firme promesa
de encontrar ese ojalá
y ese sublime beso
que haga realidad
este lenguaje,
para así vivir
en tu suspiro
después.