Cross (detalle), 2006 - ALEKSANDER BALOS
Si nevara esta tarde dentro de mis pupilas
y al tocar la noche mis párpados
solo se escuchara el latido del silencio,
como si ya te hubieras marchado
hacia ese triste destino que es ninguna parte.
Si tu carne se hiciera verbo solemne entre mis labios
cada vez que el desaliento me derrota
y me empuja a hundirme en el fondo del océano,
como si buceara en la luz de una nueva placenta
que echa raíces en tu descarnado vientre.
Tu lenguaje y mi silencio romperían al fin el sueño
de esta vigilia perpetua e inquebrantable
que anida en el interior de nuestras médulas
para germinar desde allá adentro, desde la sangre,
el lirio que no puede florecer en nuestras manos.
y al tocar la noche mis párpados
solo se escuchara el latido del silencio,
como si ya te hubieras marchado
hacia ese triste destino que es ninguna parte.
Si tu carne se hiciera verbo solemne entre mis labios
cada vez que el desaliento me derrota
y me empuja a hundirme en el fondo del océano,
como si buceara en la luz de una nueva placenta
que echa raíces en tu descarnado vientre.
Tu lenguaje y mi silencio romperían al fin el sueño
de esta vigilia perpetua e inquebrantable
que anida en el interior de nuestras médulas
para germinar desde allá adentro, desde la sangre,
el lirio que no puede florecer en nuestras manos.
Óleo sobre lino