La metamorfosis de Narciso, 1937 - SALVADOR DALÍ
Te he buscado desesperadamente
y nunca he llegado a encontrarte.
Solo he visto pétalos rotos
que cubrían tu verde cuerpo
palmo a palmo.
En mi razón duerme
aún aquel efímero narciso
de aladas esperanzas,
que cuando se mira al espejo
se rompe en mil pedazos.
Mi corazón, ya cansado,
va perdiendo el color
que tenía en el pasado,
cuando se suspendía en el vacío
con un fino cordel de aire.
Ahora cierro mis párpados
en el profundo silencio de la noche,
pero ya no sueño nada y, lentamente,
las imágenes van desvaneciéndose
en la oscuridad del olvido.