Ventana, cráneo y Teide, 2004 – CRISTINO DE VERA
Taladrará la lluvia los poros de la piel,
caerá un aguacero de hiel y sangre
sobre las raíces de la memoria.
La luz volverá a ser de nuevo
óvulo de tierra y semen de fuego
sobre la soledad del desierto
y a lo lejos, tras el horizonte
continuarán ardiendo las estrellas
sobre este océano de silencio.