Ventana, cráneo y Teide, 2004 – CRISTINO DE VERA
Taladrará la lluvia los poros de la piel,
caerá un aguacero de hiel y sangre
sobre las raíces de la memoria.
La luz volverá a ser de nuevo
óvulo de tierra y semen de fuego
sobre la soledad del desierto
y a lo lejos, tras el horizonte
continuarán ardiendo las estrellas
sobre este océano de silencio.
Querido poeta:
ResponderEliminarHablas de su silencio? O del tuyo
El que fuere...gracias por entregar tanta belleza
Un abrazo*
-lejano,siempre lejano-
Esos océanos de silencio qué profundidad tienen.
ResponderEliminarAbrazos
océano de silencio
ResponderEliminarun sin fin de sensaciones ingrávidas
tres imágenes bellamente plasmadas
Felicitaciones Noray
Gracias por tu comentario.
ResponderEliminarLa voz de Amy es increíblemente bella, se merece que la recordemos. Tal vez se sentía en un "océano de silencio".
Hermoso y triste poema.
Hermoso, profundo y muy visual.
ResponderEliminarFelicidades
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPerdón por el error.
ResponderEliminarSobre esta tierra de agua y fuego
hay un cielo que les une.
Un gran abrazo desde
este mar.
Como siempre horadando las profundidades. Deja un poso de penumbra incierta.
ResponderEliminarUn beso, _Noray.
Me gusta, Noray, que siempre estés en el océano. Marca tanto tu poesía.
ResponderEliminarUn abrazote.
Todo el mundo anda mudo. Sobre una tierra de asfalto...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.