Autorretrato con la oreja tapada y pipa, 1889 - VINCENT VAN GOGH
El silencio no es ya silencio.
Solo es un cortejo de cenizas
florecidas en la nieve.
La voz ya quebrada
solo es una sombra dócil
que se hunde muy profunda,
como una esquirla de acero
en mis párpados ciegos.