Two Men in Fog, 1958 - FRED HERZOG
Tú eras mi radiante luz
y yo tu ardiente sombra
en el horizonte del mediodía.
Tu luz era tan blanca
que cegaba mi retina
cuando te contemplaba.
Mi sombra era tan densa
que era capaz de abrazar
y abrigar tu aliento.
Ahora sólo soy como el claroscuro,
que va disolviéndose lentamente
entre la fragilidad de tu niebla.