Reverso del Díptico de San Juan y la Verónica, 1483 – HANS MEMLIN
Solo queda un rastro
azul de mar oxidado
en el cáliz inmaduro
de tu cuerpo desnudo
y bebo, sorbo a sorbo,
con extrema lentitud,
los rescoldos de luz
que surten
bajo
la piel
del olvido.