La evasión, 1975 – JUAN ISMAEL
Ungidos por la lluvia
saldremos camino del exilio.
Abandonaremos las almenas
donde se izan los blasones del silencio
donde se izan los blasones del silencio
y recorreremos la Vía Láctea
en busca de la plenitud.
Será ardua la tarea
que nos depara el camino:
deshojar los pétalos de las flores
que Eros ha abandonado
en el gineceo todavía virgen
de una azucena herida.
Nos adentraremos inexorablemente
en las entrañas del tiempo,
donde germina la luz blanca
que nos alumbrará en el nuevo día,
para llegar a comprender que la vida
no es ni puede ser un solo instante
encerrado en el latir de una crisálida.