Para no hacer ruido, 2006 – SEMA CASTRO
El silencio comienza a derretirse
como las últimas nieves del invierno
cuando arrecia el rumor de la primavera,
y tu carne se vuelve escarcha
en el fuego de mis manos,
y tus labios desesperado hielo
entre las cenizas de mis labios.
Esta sordina se diluye dentro,
donde la soledad se hace sangre
y la palabra se amortaja de silencios,
donde los sueños se abren en las venas
por la que surte la vida sin ruido
y en mi ventana, como cada año,
vuelve a florecer otra violeta.