Mujer luna, 1985 – SANTIAGO SANTANA
Siempre confundo tu redondez
con la geometría de mis sueños,
cuando penetra tu luz radiante
por entre los agujeros de mi alma.
Siempre te espero en la noche
anhelando una caricia a tiempo
para ser el umbral del primer abrazo
y acaso también del último beso.
Siempre habitas en mi piel,
tatuada te llevo ya en el cuerpo,
y ardes en mi pensamiento,
aunque a veces guarde silencio.
Siempre, mujer luna,
estaré de ti enamorado.
Tú me posees en las madrugadas.
Tú inspiras cada uno de mis versos.