Mujer y flor, 1969 - JUAN HIDALGO
Espada alada que se funde
en la flor trémula del gozo,
para fecundar la célula
que origina la luz en la sombra
de los pechos de la luna.
Voz y certero refugio
de la carne en llamas,
febril y fértil relámpago
de impalpables hebras
en el alma quebrada.