Desnudo, 1951 - RICARDO MACARRÓN
Sólo necesito la luz
de una luciérnaga junto a mi cama
y el vuelo de las alondras
sobre tu almohada.
Cuando llegue el Invierno
te habré hecho un lucero
de fuego azul encendido
con las caricias de mis dedos.
Y si acaso me demoro
en la tempestad del océano,
por dura que sea la singladura,
no dudes que arribaré a tu puerto
Me entregaré a ti
y en un instante eterno
ya no seré mi sombra
porque viviré dentro de tu cuerpo.
Cuando llegue el Invierno
el frío no te helará más por dentro
y no te quebrarás ya en soledad
porque yo te estaré queriendo.