El espejo II, 1999 - ALBERTO PANCORBO
Sin palabras,
hundido en el silencio
de una celda vacía,
te sueño desnuda
en medio de mi llanto.
Yo sólo soy un hombre
como otros tantos,
un simple hombre
que se asfixia con sus manos
y que arrastra el lastre
de los sentimientos ácidos
nacidos en la larga noche sin luna.
Ya no me reconozco,
y al implacable espejo
me da miedo mirarlo.
Entre estas cuatro paredes
cubiertas de tedio
me estoy desangrando,
mi sangre y mi propio llanto
me están ahogando.