Two heads with fruit and flowers, 1949 - MARC CHAGALL
La soledad y el silencio azoran el verbo,
levantan un tormento
donde se quiebran las vigas
del lenguaje al amanecer.
Son rocas encendidas
cayendo ladera abajo,
nutriéndose de tristezas
y desarmando la palabra
hasta armar el silencio.
Son depósitos minerales,
híbridos de pasión y ternura,
que forman una bóveda
de vigilia y sueño
donde se corona la ausencia.
El silencio y la soledad revientan las heridas,
mientras crecen en la mirada
flores
de acero,
brotando sobre un mar de nieve.