“Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra. Soy eco, olvido, nada.”


JORGE LUIS BORGES

sábado, 19 de julio de 2008

Atalaya del olvido

Paisaje de Castilla, 1909 - IGNACIO ZULOAGA


Desde la atalaya del olvido,
sobre los acantilados de la memoria,
me asomo a tus turgentes muslos
y te recorro con la yema de mis dedos.
Me recuesto en tu limpia mirada,
que me agasaja y me da cobijo,
y me envuelvo con los dulces besos
de tus ardientes estrellas.
Vislumbro la penumbra
de las arboledas de palabras
y los rumores florecidos
en los labios de las caracolas.
Me sostengo sólo con las bridas
de mi destino incierto
y me sumerjo en el bálsamo
del embriagador abismo,
alumbrado por la luz de la soledad.
Me cubro con la ceniza
del viento fértil de Castilla
y me abraso con el amarillo
del piorno serrano de Gredos.
Me desmayo con los verdes acordes
de los olivares y encinas,
de los álamos y chopos,
y con el rojo cereza del Jerte.

Desde la atalaya del olvido,
sobre los acantilados de mi memoria,
me embriago con los racimos
desnudos de uvas negras,
borro las cicatrices de las rosas
y, a dentelladas en tu cintura,
devoro los pétalos de amapolas
que deliran en mis silencios.