The Shoemaker, 1945 - JACOB LAWRENCE
He repetido tantas veces
el camino de regreso
pisando cada una de mis huellas,
y me he adentrado tanto
en los sedimentos de cada pisada,
que ya no aprecio la distancia.
Cuando vuelvo al principio,
después de la travesía del desierto,
siempre me hago la misma promesa:
ya nada volverá a ser igual,
a partir de ahora voy a respirar
el aire del océano en mis arterias.
Necesito llevar dentro de mí a la mar,
sumergirme en ella cada madrugada,
cuando el silencio y la soledad
se enquistan como un fósil en el alma
y producen una llaga abierta
que sólo supura desolación y muerte.
Volveré a ser simple huella
de mis pasos ya perdidos.
Regresaré a la mar y al océano,
para ser tan solo oxígeno
que arda en el silencio
de mis últimas palabras.