Orilla, 1993 – JUAN JOSÉ GIL
Me hundo en el silencio
y entro en las densas brumas
que se abren detrás de los espejos,
donde los relámpagos de luz
solo son lágrimas caídas de los sauces
en los que duermen las luciérnagas.
Me adentro en la isla desde el fondo del océano
y transito las huellas de los antiguos volcanes,
atravesando los malpaíses
en los que se pudren las ninfas
entre los líquenes de la piel.