The land and love, 1998 - ISMAIL SHAMMOUT
Nos hemos acostumbrado
a entrar en el umbral
donde vive el olvido
en este tiempo de sequía,
sin dejar más huella
que una palabra desnuda
y un verso enamorado.
Nos hemos acostumbrado
a contar las espinas y a deshojar
los pétalos de las rosas de té,
para cimentar el fértil lecho
donde refugiar nuestros cuerpos,
sin más pretensión que contemplar
cada día el nuevo amanecer.
Nos hemos acostumbrado
a ser río y marea
que baña nuestra piel,
a ser viento y aguacero
cuando arrecia la ausencia,
a ser calma y tempestad
para romper el tiempo y la distancia.
Nos hemos acostumbrado
tanto a soñar con los ojos abiertos
y a pronunciar nuestros nombres,
perfilando en nuestros labios
el más sonoro de los silencios,
que únicamente nos queda
seguir siendo fuego en este incendio.