Crepúsculo matutino o un nuevo día, 1956 - LUIS MANUEL PASTOR
Siempre me encuentras dispuesto
a darte una caricia, un gesto,
una sonrisa,
una mirada, una palabra, una estrella escarlata,
un mar de lágrimas, un silencio de escarcha,
un beso en la niebla, una luna de plata.
Siempre te encuentro, y la noche, la madrugada,
el amanecer,
el alba, es un parto de versos
que, cuando se alumbra la mañana,
sólo son versos del pasado
escritos en el diapasón de mi memoria.