Bañista 1, 2004 - MARIO ANTÍGONO
Si yo no estuviera unido a la mar
como estoy a la voz de la mañana
cuando navego por tu piel soñada
buscando sobre tus labios mi altar,
y aunque en la noche me canse remar
y deje mi gabarra abandonada
con estambres de tu vida enhebrada
a este estandarte que es el verbo amar,
sentiría el vértigo del abismo
quebrando el dique de la libertad
contra el feroz destino de mí mismo,
confinándome a mayor brevedad
sin más lastre que el sádico mutismo
de morir esta noche en soledad.