Mujer y flor, 1969 - JUAN HIDALGO
Espada alada que se funde
en la flor trémula del gozo,
para fecundar la célula
que origina la luz en la sombra
de los pechos de la luna.
Voz y certero refugio
de la carne en llamas,
febril y fértil relámpago
de impalpables hebras
en el alma quebrada.
voz y certero refugio
ResponderEliminarremanso y consuelo
así quedan los amores
después de tanto duelo.
una muerte gozosa
le petit morte
Que maestría...
ResponderEliminarUn gozo leer este poema...
Un fuerte abrazo...
siempre excelentes versos poeta..
ResponderEliminarsaludos fraternos
un abrazo
tienes tinta fértil en el alma...
ResponderEliminaruna completa maravilla, amigo mío
un abrazo
Flor del gozo.
ResponderEliminarPoema como tallo.
Bellísimo.
Saludos.
Jo, si es una planta carnívora...
ResponderEliminarEl poema es precioso...
Un beso.
Impecables palabras.
ResponderEliminarHermoso blog.
Un abrazo y me quedo a leerte.
Gracias por este poema y estas imágenes sugestivas de juan Hidalgo, de quien por primera vez veo una de sus fotografías.
ResponderEliminarSaludos...
Poema sublime de nuevo amigo...exquisita forma de expresión la tuya, en la que en algún momento nos sentimos indentificados y llenos de ese sentimiento que evocas a la perfección.
ResponderEliminarLa fotografías enganchan...te felicito...
Un beso poeta!!
Todos tenemos un arma, una espada, con la que nos enfrentamos al mundo. La mía es la palabra. ¿La tuya son tus versos? Espero que hayas tenido una buena semana. Cuídate, amigo.
ResponderEliminarlos tres......
ResponderEliminarestos tres.......
sshhh..
febril y fértil relámpago
de impalpables hebras
en el alma quebrada.
(los quiero para mi)
te abrazo.
ad infinitum.