“Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra. Soy eco, olvido, nada.”


JORGE LUIS BORGES

sábado, 30 de agosto de 2008

Paseo con el recuerdo

El caballero errante, 1915 - OSKAR KOKOSCHKA
Paseo solo.
Las ventanas están cerradas,
los balcones solitarios.
Vago por calles y plazas,
y cada calle y cada plaza no es más
que un suspiro del ayer.
La ciudad está dormida,
las puertas parecen muertas,
el estridente ruido
silenciosamente cansado.
La luna, ya enferma,
se clava en mi mirada
y yo continúo solo
con mis recuerdos.

7 comentarios:

  1. LA soledad es la compañera que no nos deja...
    te dejo una canción, de una banda Argentina, la Bersuit, se llama la soledad, ojalá la puedas escuchar.
    Besotes...

    LA SOLEDAD

    Esperaría que no te asuste
    este instante de sinceridad;
    mi corazón
    vomita su verdad.
    Es que hay una guerra entre dos
    por ocupar el mismo lugar;
    la urgencia
    o la soledad.
    La soledad fue tan sombría
    que no te dejó encontrar
    tu naturaleza divina.
    La urgencia ganó esta vez,
    dispuesta a penetrarte,
    prepotente y altiva.

    Por las noches la soledad desespera,
    por las noches la soledad desespera.
    Que por las noches la soledad desespera,
    por las noches la soledad desespera.

    Espera por ti,
    espera por él,
    espera por mí,
    tambien por aquel ...
    que con violencia sujeta su alma
    a una brutal represión,
    esperando apaciguarse.
    O confia en el paso del tiempo,
    como otra solución
    para encontrar la calma.

    Pero te pone loco en las noches,
    rogando entrar
    en los confines más oscuros.
    Después te arrodillas
    ante el amor maternal,
    suplicando ternura.

    Por las noches la soledad desespera,
    por las noches la soledad desespera.
    Que por las noches la soledad desespera,
    por las noches la soledad desespera.

    Espera por ti,
    espera por él,
    espera por mí,
    también por aquel ...
    Espera por ti,
    por él ...
    espera por mí
    también por aquel ...

    ¿Y que hace este angelito, ahora,
    a las seis de la mañana,
    subida al mástil
    de este naufragio?
    ¿A ver si, alzando las copas, forajidas,
    viene un cielo de enfermeras
    para lamer, sin asco
    las heridas...
    de amor?

    Por las noches la soledad desespera...
    ¿A ver si viene del cielo
    una enfermera del amor?
    Por las noches la soledad desespera...

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  2. No creo que estés solo compañero.
    Tu balcón está lleno de las miradas de todos aquellos que te apreciamos y que acudimos a tu encuentro.
    Esta mañana precisamente estuvimos hablando de ti Sasian y yo, de lo mucho que nos gustan tus poemas y de lo que se te echa de menos en casas ajenas.
    Así que eleva tu espíritu más allá de esa negra soledad y sonríe, por la sensibilidad de la que haces gala continuamente.
    Un abrazo muy grande y te deseo lo mejor. Ahora y siempre.

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  3. Tremenda soledad

    esa que por ocupar

    ocupan los recuerdos

    y nada ni nadie más!


    ♥♥♥besos♥♥♥

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  4. Me hiciste recordar
    a alguno de mis paseos...
    Es tristemente cierto...
    cada calle
    cada plaza
    cada rincón
    es tan solo una sombra
    de lo que solían ser
    un suspiro
    como decís vos...
    Pero no estás solo
    las calles de mi ciudad
    esperan con ansia
    el regreso del poeta
    que hace que las noches
    luzcan mas estrelladas...

    Un beso estelar*

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  5. Hay mucha nostalgia en este poema, como dicen los brasileros, mucho saudade!...hermosamente escrito amigo poeta. Un placer!
    Abrazos

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  6. Soledad y escarcha
    ante la soledad
    sobran las palabras,

    para que las quieres
    si tanta soledad
    te ha de helar el alma.

    A veces es necesaria un poco de soledad.Para degustar a tu albedrío determinados placeres, como pasear a deshoras la noche, determinados lugares,etc.

    Demasiada soledad, a veces te carga excesivamente de tristeza o melancolía.

    El punto adecuado lo pones tu que se supone te conoces un poco a ti mismo.

    Me gustó el poema.

    Saludos desde El Bierzo.

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  7. Sabes, la mejor forma de compartir nuestros recuerdos es en soledad. Y si nos fijamos, nos sorprendemos a nosotros mismos sonriendo o llorando ante un fugaz pensamiento.

    un beso

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Inexorablemente, dos somos infinitamente más que uno.