Study for portrait of John Edwards, 1987 – FRANCIS BACON
Aislado en mi propio cuerpo,
con la retina ya quebrada
por la ceguera de los espejos
que se abandonan en la eterna noche,
entre los miles de muertos que llevo dentro,
me siento un apátrida
atrapado en mi misma piel.
Espero los mejores versos desde el exilio...
ResponderEliminarEl cuerpo es la cárcel del alma, decía Platón.
ResponderEliminarExcelente poema, muy crudo, muy intenso.
Cariños!
Precioso. Es una sensación que yo también he sentido a veces. Sentirme etraña en mi propio cuerpo. Con una edad que no me corresponde. Un abrazo
ResponderEliminarHermoso, sentido y compartido poema!!
ResponderEliminarDemasiados muertos quedan detrás, demasiados!!
Un abrazo
Es que como no somos animales que renuevan esa piel... es tristemente para nosotros imposible desterrar esos recuerdos que quedan ahi... siempre!!!
ResponderEliminarBesos cielo, termina bello tu dia!!!
Es la soledad de los grandes, me ha hecho recordar a Nitzsche cuando dice el árbol que crece alto se hace solitario pues nadie ya le entiende y lo único que querría a tanta soledad es un rayo que le ocasione la muerte. Perfecto poema (como siempre) Un gran abrazo.
ResponderEliminarNoray-
ResponderEliminarComo siempre un placer leerte en voz alta y sentirte...
Un beso.
La misma piel, el mismo corazón, la misma bandera.
ResponderEliminarBesos
En este silencio exilio me quedo poeta..
ResponderEliminarExcelente como siempre.
Un abrazo
Saludos fraternos..
Que disfrutes del fin de semana..
Nuestra propia piel es en tantas veces cárcel del alma...
ResponderEliminarUn bello poema, Noray.
Un abrazo.
PD.
Gracias por tu comentario en el Romance (Audio) de mi padre.
Mis hijas, 39 y 32 años no conocían la voz de su abuelo, ya sólo por eso, valió la pena
Sensación compartida, amigo. Extraña para mí misma en muchas ocasiones, me conmueven tus versos crudos, descarnados...
ResponderEliminarUn abrazo y buen fin de semana.
Precioso poema que eriza el bello y nos hace valorar la piel que nos cubre, aunque no siempre la sintamos nuestras.
ResponderEliminarBesos
Narci
Magnífico el zig-zag de las imágenes del poema. Te hacen girar y se termina en espiral, Noray:
ResponderEliminarLos espejos que se ciegan y vuelven para alumbrar.
Los muertos desterrados que están dentro de la piel.
Apátrida... y, sin embargo, recluido dentro de la frontera de la piel.
Te felicito. Se lee una y otra vez y cada vez es mejor.
Un beso,
Laura