Ni una más,
y ya son miles, miles de almas
en una caracola de negro nácar.
Ni una más,
talada en sus raíces
sin savia de libertad.
Ni una más,
como pétalos ajados
en jardines de asfalto.
Ya, en su vestido de novia,
llevaba hilvanado con sangre
el fuego del infierno.
No es hora de silencios,
ni es hora de palabras.
No es hora de gritos,
ni es hora de rabia.
Es hora,
como escribió Celaya,
de tomar partido hasta mancharnos.
así ha de ser la hora... involucrarse hasta mancharse
ResponderEliminarni una más...
un abrazo
Si me lo permites Noray, seguiré gritando, bien fuerte para que se enteren quienes no quieren escuchar, y con la rabia alcanzo a sentir, tomaré más partido, me mancharé hasta que no haya con qué hacerlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
He venido a leerte
ResponderEliminary me salgo manchada
de negro nácar,
del pensamiento
a la entraña!
Como dices tú,
como dice Celaya,
tomando partido
corazón teñido
cuerpo roto,amor
quebrado por loco
sentido de poder
QUE NO VUELVA A SUCEDER!
♥♥♥besos♥♥♥
Ni una más Noray...
ResponderEliminarni en Logroño
ni en ningún otro lugar del mundo...
besos
Es terrible, Noray, vivimos en un mundo de violencia que parece una espiral que todo se lo traga.
ResponderEliminarY nos resta gritar, sin dejar de hacerlo.
Y desde mi pluma vengo despacito despacito a tu Noray, para leer uno de tus preciosos poemas pero le veo un poco manchado, ya que, incluso, se involucra hasta dentro de tu blog para reflejarlo en una de tus poesías, y es que la violencia está a la orden del día en cualquier lugar, en cualquier rincón, en cualquier sitio, no hay distancias y se puede vestir de cualquier color.
ResponderEliminarUn beso.
Camille, Sasian, Mía, Nochestrellada, Catalina, María
ResponderEliminarGracias por mancharte y dejar tu huella en este poema. Deseo que no tengamos que volver a realizar otro por las mismas circunstancias. Ya sé que soy un soñador pero, como digo siempre, la utopía existirá mientras brille una estrella en el firmamento. ¡Y ustedes, más que estrellas, son luceros.
Un abrazo.
Secundo tu lucha.
ResponderEliminarAsí se habla.
Hay que acabar de una vez con esta maldita lacra que tanto daño hace a nuestra sociedad.
Usaré tu poema como estandarte.
Gracias por ponernos voz a todos.
Un abrazo grande, compañero.
Alatriste
ResponderEliminarSólo si tomamos partido, si tomamos conciencia y la compartimos, extendiéndola en nuestro entorno vital, podremos acabar con este cáncer de la sociedad .
Un abrazo.
Las horas que arrastran nuestros deseos, como las añoro en nuestras noches de viento...
ResponderEliminarTe espero al otro lado del deseo.
Besos