Eres el manantial
de mi desvarío
en
el que sacio el deseo,
el sagrario donde guardo
mi
Pegaso alado.
Eres un derroche
de brisa
en
mi noche solitaria,
La sublime
sombra
que
alumbran las nubes.
Eres como un río
de sueños
que
me lleva a la deriva,
un seguro atolón
de lascivia
en
mi mar de corales.
Eres el fuego
eterno
de
mis doradas auroras,
El tambor
del olvido
que
late sin pausa
en
mi memoria.
Klimt!unom de mis favoritos...
ResponderEliminares un placer tenerte siempre en los rincones de mi ciudad huella...
un beso!
El placer es poder leerte en tu noche estrellada.
ResponderEliminar28 de marzo de 2008 19:54