El beso, 1997 - MANUEL DOMÍNGUEZ GUERRA
Seremos fértil semilla,
floreciendo en la tierra
en surcos de felicidad
sin más miedo ni soledad.
Seremos verbo,
alimentando el lenguaje
que en cada instante
tejemos con estambres de amor.
Seremos eterna vigilia,
colmando de besos y abrazos
dentro de nuestro sueño
largas noches de luna y pasión.
Seremos sexo y vida,
vistiéndonos de heno y pétalos
en una arboleda perpetua
de sauces y cerezos.
Seremos fugaces estrellas,
ardiendo en nuestra piel
para alumbrar constelaciones
de aguaceros y tormentas.
Seremos sol
radiante y fecundo,
arrullando nuestros cuerpos
en el próximo albor.
Seremos alma y corazón,
en tu pecho y en mis sienes,
sin más silencios ausentes
que nuestro desnudo secreto.
Seremos lluvia y océano,
purificándonos cada día
en un lecho de poesía,
desnudándonos con nuestros versos.
