Pattern of leaves, 1923 - GEORGIA O'KEEFEE
Solo sé pronunciar el silencio.
No me quedan palabras en este jardín desierto.
Ni tan siquiera los pájaros dormidos
entre los arpegios de los violines susurran ya ninguna melodía.
Es tan profunda la herida que me trepana la razón,
que naufrago como hoja al viento en los brazos de la noche.
La noche es siempre una inmensa hidra que surge del océano,
abierto bajo las alas de nuestros pies.
Siempre me asaltan las flores del abismo,
reptando por todo el cuerpo
hasta anegar las cuencas de los ojos
y calcinar el último y definitivo sueño
que aún queda por nacer.
Pareciera que no puede calcinarse lo que aún no ha nacido. Pero puede. Pueden abortarse los sueños para que ninguna herida pueda ya horadarnos el alma, y sin embargo, los sueños, como la vida, como el agua, siempre se abren camino.
ResponderEliminarLeer tus palabras, llenas de inspiración acompañadas por la sublime música de tu blog... todo un deleite, lleno de imágenes y emociones.
ResponderEliminarGracias por crear este sitio...