Fulmine icta (detalle), 2008 - DINO VALLS
Me miro fijamente
en el espejo de la noche
y nunca me encuentro.
Sin embargo camino
hacia algún lugar
indescifrable todavía.
Escalón a escalón,
voy subiendo la escalera
en busca de mi destino.
Es la espiral de la muerte
que me empuja sin piedad
a mi propio abismo.
Me vuelvo a mirar fijamente
y sólo una traza de luz
circunda mi retina.
La luz del mundo que está por ver...
ResponderEliminarSaludos y un saludo.
Y paso a a
ResponderEliminarvamos abriendo camino
hasta el último peldaño
de la escalera.
Un abrazo
Esta vez no creo ser original en el comentario... pero en esa oscuridad ese pequeñito hilo de luz... hace que tengamos esperanza...!!!
ResponderEliminarBesos al alma José!
Caminamos paso a paso, el camino puede ser largo y angosto…pero siempre hay un halo de luz al final…
ResponderEliminarUn abrazo
Toda la vida, debería ser una espiral ascendente. Por desgracia tb las hay descendentes, pero el común denominador es esa pequeña luz que puede cambiar nuestras vidas.
ResponderEliminarUn Abrazo
Magistral Noray. Me encanta cómo la muerte va empujando el camino y como el camino es la única luz, es la luz que circunda la retina. Seguro tiene muchas lecturas. Es de los poema que se leen, y se leen y se leen...
ResponderEliminarAbrazos.
Nos vemos en Bilbao.
no nos guat, pero tenemos que llegar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por cierto, marcho a lanzarote una semana de vacaciones.
Ese pequeño haz de luz puede ser suficiente para iluminar los sinuosos y extraños caminos que tiene la vida.
ResponderEliminarUn beso, Noray.
Esa luz eres tú.
ResponderEliminarEs tu propio reflejo.
Es la llama que incendia el alba en mi ventana,
el destello de esa estrella que todos miran por la noche,.. es tu luz, yo lo sé,..
Esa luz eres tú.