Espuma de cielo - 1993 - MARÍA AMARAL
A veces el silencio es demasiado frío
y termina helándose entre voces nocturnas
que solamente supuran sexo
en las oscuras cavidades donde se forja el verso.
A veces el silencio se hace eco candente
y late como un torrente en la sangre,
y aflora en los labios de una rosa deshojada
que desnuda se precipita al vértigo del alba.
caras de la misma moneda
ResponderEliminarpero ciertas comolo son las auroras
abrazooooo
Hay silencios miles, en blanco y negro o de colores.
ResponderEliminarHermoso poema.
Un abrazo
a veces la premura nos hace cómplices de nuestras cenizas, que resplandecen con la dulzura del códice de nuestras premisas...
ResponderEliminary amanecen silencios desde las cornisas
y deslumbran las almas tantas coincidencias.
¿Cuándo me presentarás al silencio?
ResponderEliminarA veces el silencio nos persigue.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Silencio, soledad... temas con tanto que decir.
ResponderEliminarNos vemos pronto.
Jesús Arroyo
A veces el silencio se pronuncia a gritos, pero envuelto en papel de celofán, como en estos versos.
ResponderEliminarAbrazos.