La postura es perfecta...esa es la postura de cualquier ser humano dormido en un sofá...es esa..no otra...dá igual lo difuminada que esté la imagen...la postura es esa y no otra ...¿a que sí?...besossss
Duele la voz, que está dormida, porque los ojos ya se perdieron. Ahí radica el dramatismo: es más trágico el acto de dormir la voz que el de haber perdido los ojos en la batalla del corazón.
Un desierto cercano al amor. Abrazos.
ResponderEliminarEl silencio se creyó espejismo en el desierto...
ResponderEliminarLa postura es perfecta...esa es la postura de cualquier ser humano dormido en un sofá...es esa..no otra...dá igual lo difuminada que esté la imagen...la postura es esa y no otra ...¿a que sí?...besossss
ResponderEliminarHaiku hermoso, de palabra, siempre la palabra.
Ahh...y después de verlo en directo...el terciopelo del sofá..es terciopelo real y perfecto...fijo...Más besos
ResponderEliminar¡Lienzo-letra!
ResponderEliminarUn placer.
Hay veces que la voz y los ojos ya no desean expresarse hacia alguién en particular.Muy sencillo y bonito noray, como casi siempre
ResponderEliminarExcelente Haiku poeta..
ResponderEliminarUn abrazo
Saludos fraternos..
Qué guapa esta entrada!
ResponderEliminarQué bonito el corazón y el nombre de este Haiku!
Un beso.
B.N.C.N.
Noray,ponle el despertador y que despierte tu voz y el Haiku, ya es la hora!!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo despierto
Tierno, y profundo, como la voz de Brel.
ResponderEliminarBesosssss
ResponderEliminarMientras tú duermes yo te vengo a buscar para volar.
ResponderEliminarBeso para ti y buena semana!
Tus versos
ResponderEliminarsiempre
bellos.
Un fuerte abrazo.
Muy sugerente y original. Felicidades. un abrazo
ResponderEliminarComo siempre, tus versos me estremecen.
ResponderEliminarUn abrazo.
Precioso haikú, agrio y duro pero hermoso.
ResponderEliminarBesos
Narci
es saludable
ResponderEliminarcambiar de horizonte.
Un beso.
es tan frágil..
ResponderEliminares perfecto noray.......
cada día me gustas más.
Duele la voz, que está dormida, porque los ojos ya se perdieron.
ResponderEliminarAhí radica el dramatismo: es más trágico el acto de dormir la voz que el de haber perdido los ojos en la batalla del corazón.
¡Genial!
Laura